El ganado bovino que se encuentra en la Dehesa San Francisco es principalmente de las razas retinta y berrenda. Son razas muy bien adaptadas a las condiciones en la dehesa, las llamadas razas autóctonas.
El por qué de estas razas en la dehesa podría tener muchas respuestas, pero una de las claves es: para nosotros el ganado bovino no es exclusivamente una fábrica de filetes, entrecotes, etc.
El ganado también tiene derecho a vivir una vida adecuada a sus necesidades.
Con el empleo de razas autóctonas intentamos acercarnos a la fórmula que se utiliza en la economía, cuando se habla de que las dos partes en un negocio tienen que obtener un beneficio: win-win.
En nuestro caso sería: win-win-win-win: el ganado tiene que beneficiarse; el ambiente – en nuestro caso la dehesa - tiene que beneficiarse; el ganadero tiene que obtener beneficios y el consumidor final debe obtener un producto de primera calidad, sano con todo el valor nutritivo y emocional que el consumo de un buen plato de carne merece.
Para que el ganado bovino esté "a sus anchas", necesita espacio, luz, comida natural y estar entre "su par".
¿Qué tipo de gestión le permito todo ello? La ganadería extensiva y ecológica es la que cuida todas esas necesidades y "derechos de bienestar del animal".
Además, y volviendo a la labor del ganado de crear biodiversidad – no solo carne: la adaptación de las razas autóctonas y la forma de gestión tiene importantes consecuencias sobre la biodiversidad.
¿Qué tendrá que ver este escarabajo, que se alimenta de la boñiga de vaca, con las vacas de la Dehesa San Francisco? Pues... un montón.
Gracias a la gestión extensiva y ecológica y la presencia de razas autóctonas que, a su vez y gracias a su mejor adaptación al medio necesitan menos empleo de antiparasitarios (p.e.: ivermectina), este escarabajo sobrevive y puede seguir haciendo su labor importante.
El biólogo y Director del Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO), Eduardo Galante y Jorge Lobo del CSIC describen la función e importancia del "escarabajo pelotero" en una publicación en EFEverde en el año 2012 de la siguiente manera:
...estos animales son los basureros de la naturaleza...
Aunque este tipo de escarabajos no han sido muy estudiados, sobre todo en nuestro país, su importancia es tal que "si no fuera por ellos, tendríamos un problema grave de sanidad en la naturaleza", y además, cumplen una vital función en el abonado del suelo.
En los grandes medios abiertos, como las sabanas o las praderas, la única manera de incorporar nutrientes al suelo son las heces de los hervíboros, no hay caída de hojarasca, así que cuando no existen estos bichos el pasto se agota.
A pesar de su importancia y de los claros beneficios que generan, estos insectos están desapareciendo debido a amenazas como los antiparasitarios que se aplican al ganado, los insecticidas o el abandono del medio rural, asegura Galante.
Los antiparasitarios, particularmente algunos como la ivermectina, pasan a las heces del ganado y continúan siendo mortales para los insectos, incluidos los escarabajos coprófagos.
¿Caben más preguntas sobre la utilidad de las heces del ganado bovino, la importancia de que vivan en el campo, se alimenten de manera natural y sean autóctonos, o sea, adaptados al entorno?
Quizá las siguientes fotos den una pequeña explicación: